
Juan 4:1-30
Introducción:
1. Una samaritana perdida y sin Dios. (v.7)
a. La tristeza de la soledad. (vs.6,7)
Isaías 59:2 "pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír".
Salmos 66:18 "Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado".
b. La falta de la sabiduría.
Hechos 16:30-32 "y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa".
Efesios 2:8-9 "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe".
c. Su creencia no era muy sensata.
Salmos 119:89 "Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos".
Hechos 4:12 "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".
Tito 3:5 "nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,"
2. Un Salvador preocupado por un alma. (v.10)
a. La misericordia declarada.
“era necesario NO pasar por Samaria”
Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
b. Su paciencia demostrada.
Apocalipsis 3:20 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.
Gálatas 6:9 “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”.
c. Su regalo designado.
3. La salvación permanente para aquellos que ponen su fe en Él. (v.14)
a. Un cambio de actividad.
2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
b. Un cambio en su actitud.
c. Otro destino de su alma.
Romanos 10:9 “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.