Gálatas 5:22-23
Introducción:
Cita: “No hablaré mal de nadie, ni siquiera cuando se trate de la verdad, sino más bien a pasar por alto los defectos de los que oigo, y, cuando sea apropiado, a hablar de todas las cosas buenas que sé sobre cada persona”. - Benjamín Franklin
1. Una ilustración de benignidad.
A. La condición de Jesús.
Salmos 117:1-2 “Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. 2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, Y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya”.
1 Pedro 2:21-24
Lucas 23:42-43 “Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.
B. La compasión de Jesús.
- En su amabilidad, nos ofrece la salvación.
Tito 3:4-7
Efesios 2:7-9 “para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe”.
- En su amabilidad, nos guía al arrepentimiento.
Romanos 2:4 “¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?”
2. Una infusión de la benignidad.
A. A través de la sensibilidad.
Filipenses 2:4-5 “no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,”
B. A través de la identidad.
Romanos 12:15 “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”.
2 Timoteo 2:24-26 “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él ”.
C. A través de la oportunidad.
Gálatas 6:10 “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.
3. Una inducción de la benignidad.
A. Por el poder del Espíritu Santo.
- En nuestros hogares
- En nuestra comunidad
Colosenses 3:12-13 “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”.
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A los que estén en necesidad.
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A los que nos oponen.
- En nuestra iglesia
B. Por el estímulo del testimonio de Jesús.
Efesios 4:30-32 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.
Conclusión: